Tras una semana dedicada al análisis de los desafíos que afrontan las familias, los obispos del Sínodo se centran ahora en la vocación familiar. Los treinta puntos que el documento de trabajo dedica a este nuevo capítulo les servirán como guía para el diálogo de esta segunda semana.
1. Amor para siempre
Los obipos estudiarán los fundamentos naturales del matrimonio: la unidad y la indisolubilidad. Van a dar respuesta a quienes consideran difícil una vida de fidelidad y un amor para siempre. Destacarán el papel del sacramento como una ayuda para llevar a buen puerto estas aspiraciones.
Los obispos repasarán también las virtudes de la vida matrimonial, como el respeto y la confianza, la acogida y la gratitud o la paciencia y el perdón.
MONS. SALVADOR PIí?EIRO
Presidente de la Conferencia Episcopal de Perú
'Qué importante es la familia como trasmisora de la fe: los valores de la oración, del servicio y de la solidaridad se aprenden en el hogarâ?.
2. Una nueva catequesis
La tradición católica presenta a la familia como Iglesia doméstica. Para aprender a amar y a educar en la fe, el Sínodo propondrá nuevos itinerarios catequéticos que tengan en cuenta los cambios culturales del mundo de hoy.
MONS. PETER KANG
Presidente de la Conferencia Episcopal de Corea
'Para incorporar a quienes están sufriendo , necesitamos nuevas perspectivas, nuevos puntos de vista y una nueva lenguaâ?.
Los obispos quieren mostrar que casarse para toda la vida no limita la existencia, sino que la hace más rica y plena, especialmente en las dificultades.
3. Respuestas a las nuevas situaciones
Por último, el Sínodo buscará cómo acompañar a los matrimonios en crisis, que corren el riesgo de la separación.
Los obispos estudiarán un plan de acción pastoral para preparar hacia el matrimonio a las parejas que ya conviven establemente y a los jóvenes que han perdido la credibilidad en un amor para siempre.
MONS. SALVADOR PIí?EIRO
Presidente de la Conferencia Episcopal de Perú
'Llamar a los jóvenes a que se preparen a lo que exige la fidelidad y el amor, a las familias que puedan estar pasando una hora difícil, que no se sientan abandonadas, que la Iglesia las acompaña, los ayudamos para que crezcan en la fidelidad y el cumplimiento de sus deberes como padres y como educadores en la feâ?.
Francisco ha querido que estas situaciones se traten desde la perspectiva de la misericorida, que no significa ignorar su gravedad sino buscar lo positivo que tienen para ayudarles a comprometerse para siempre.
RA
RR
JR
PR
UP: RA