El Papa participó en una oración interreligiosa en la Zona Cero de Nueva York. Al llegar, pasó unos minutos saludando a 20 familiares de víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Acompañaron a Francisco Michael Bloomberg, exalcalde de la ciudad, y el arzobispo de Nueva York, el cardenal Timothy Doland. La oración tuvo lugar aquí, en la planta menos cuatro del complejo, en el Memorials foundation hall, frente al muro que contuvo el río Hudson cuando las Torres Gemelas se derrumbaron.
Participaron representantes de 12 religiones entre los que había judíos, budistas, musulmanes, sikhs, hindúes y cristianos ortodoxos. Cada uno de ellos habló para pedir la paz. Antes de la intervención del Papa, el rabino pronunció la oración judía por los difuntos. En su discurso, Francisco explicó que el Memorial es un lugar que recuerda que la lógica de la violencia solo causa sufrimiento y dolor. También provoca víctimas inocentes, con nombres y un rostro, causadas por no poder encontrar soluciones en pos del bien común. Pero junto a lo más atroz del ser humano, el Papa explicó que la Zona Cero también habla de lo mejor del hombre.
FRANCISCO
'Aquí, en medio del dolor lacerante, podemos palpar la capacidad de bondad heroica de la que es capaz también el ser humano, la fuerza oculta a la que siempre debemos apelar. En el momento de mayor dolor, sufrimiento, ustedes fueron testigos de los mayores actos de entrega y ayuda. Manos tendidas, vidas entregadas'.
Recordó, por ejemplo, la actuación heroica de los bomberos de Nueva York que entraron en las Torres mientras estaban cayendo. Dijo que actitudes como estas hablan del triunfo del bien y de la vida.
FRANCISCO
'Este lugar de muerte se transforma también en un lugar de vida, de vidas salvadas, un canto que nos lleva a afirmar que la vida siempre está destinada a triunfar sobre los profetas de la destrucción, sobre la muerte, que el bien siempre despertará sobre el mal, que la reconciliación y la unidad vencerá sobre el odio y la división'.
Dijo que también que las religiones, con sus diferencias y peculiaridades, pueden hacer mucho por la paz.
FRANCISCO
'En las diferencias, en las discrepancias, es posible vivir en un mundo de paz. Frente a todo intento uniformizador es posible y necesario reunirnos desde las diferentes lenguas, culturas, religiones y alzar la voz a todo lo que quiera impedirlo'.
Para alcanzar la reconciliación, dijo el Papa, es necesario desterrar el odio y el rencor. Por eso, pidió con insistencia que la paz llegue a cada rincón del mundo e invitó a los presentes a hacer una oración en silencio.
Después los asistentes intercambiaron un gesto de paz y el Papa concluyó su visita al Memorial de la Zona Cero con un recorrido por el museo que recuerda la tragedia.