Benedicto XVI visitó Cuba durante tres días en marzo de 2012, un año antes de presentar su renuncia. El presidente Raúl Castro fue muy cordial, lo recibió en el aeropuerto y lo acompañó tanto en Santiago de Cuba como en La Habana.
El Papa hizo cinco discursos públicos. Sus palabras fueron siempre respetuosas, pero muy significativas.
'Justicia, paz, libertad, reconciliaciónâ?.
Mientras estaba en La Habana, el mismo Fidel Castro fue a la nunciatura para saludarle personalmente.
'Es un gusto verleâ?.
'¿Cómo está?â?
'Estoy muy bien porque el clima de acogida es maravillosoâ?.
'He seguido todo lo más posible por televisiónâ?.
Benedicto se reunió en privado con Raúl Castro en el Palacio de la Revolución y le entregó una lista con nombres de varios prisioneros políticos.
Además, un día más tarde, sus últimas palabras en la isla fueron una petición de que 'Cuba sea la casa de todos y para todos los cubanosâ?.
'Que nadie se vea impedido de sumarse a esta apasionante tarea por la limitación de sus libertades fundamentales, ni eximido de ella por desidia o carencia de recursos materiales. Situación que se ve agravada cuando medidas económicas restrictivas impuestas desde fuera del país pesan negativamente sobre la poblaciónâ?.
El Papa pidió otro regalo a Raúl: que declarara día festivo cada año el Viernes Santo. Raúl aceptó y desde entonces los cubanos tienen un día más de fiesta.
Ahora, dicen entre bromas que este es otro de los motivos por los que les alegra tanto la visita del Papa Francisco.
JMB
CTV
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