Cubiertos de rosas blancas y rojas esperaban estos dos corderos la bendición del Papa Francisco.
Todos los años en la fiesta de Santa Ines el Papa bendice estos animales en una ceremonia familiar y cálida. Las flores blancas simbolizan la virginidad de la santa; el rojo, su martirio.
Los corderos escucharon atentos y sin hacer ruido todo cuanto ocurría a su alrededor. Sólo uno se aventuró con un balido mientras el Papa les bendecía.
Con su lana se confeccionarán los palios de los nuevos arzobispos metropolitanos que Francisco ordenará el próximo 29 de junio.