Tan sólo seis kilómetros separaban la Nunciatura Apostólica de Manila del Mall of Asia Arena, un recorrido que Francisco hizo en papamóvil saludando y bendiciendo a miles de filipinos que no dejaron ni un espacio libre en las calles de la capital.
Acompañado por el cardenal Tagle, el Papa entró al Mall of Asia Arena y fue recibido como una estrella de rock. Bendijo a varios niños y enfermos, como este, que le enseñó un cuadro. O este otro, que le pidió que le pusiera la corona a esta estatua de la Virgen. ;
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