Fuera del Mall of Asia Arena, el lugar escogido para el encuentro del Papa con las familias filipinas, las calles estaban abarrotadas. Y dentro, unas 20.000 personas recibieron a Francisco como a una estrella de rock.
El Papa pasó por entre la gente saludando y bendiciendo, especialmente a los enfermos.
Sin embargo las que acapararon toda la atención fueron las familias que contaron al Papa sus historias, reflejo de la situación de la sociedad filipina.
Esta mujer contó que su marido, como tantos otros filipinos tuvo que emigrar para sostener a la familia después de tan sólo 3 años de matrimonio.
'El peso psicológico y sentimental era difícil de soportar, a pesar de las ganancias que el trabajo en el extranjero trajeron nuestra familiaâ?.
También hubo un matrimonio de sordos que le contó las dificultades que se encuentran en su vida cotidiana.
'No es fácil ser sordo. De lunes a sábado nos quedamos en casas. Nuestros amigos sordos viven lejos por lo que no podemos hablar con ellos ni con nuestros vecinos porque ellos oyen y es imposible comunicarnos con ellosâ?.
Cuando Francisco las saludó se entrelazaron momentos emotivos y divertidos.
Esta anciana no quería soltar su mano, esta familia le cambió el solideo y como el Papa no domina el inglés su comunicación por gestos desató alguna que otra carcajada.
Francisco dijo a los padres que no pierdan la ilusión del primer día y que en una familia hay que soñar.
FRANCISCO
'¡No es posible una familia sin soñar! Cuando en una familia se pierde la capacidad de soñar los chicos no crecen, el amor no crece, la vida se debilita y se apaga. Es muy importante recuperar el amor a través de la ilusión todos los días. ¡Nunca dejen la ilusión de ser novios!â?.
La familia, advirtió hay que cuidarla y está en peligro. En peligro por culpa de una colonización ideológica que pretende destruirla.
FRANCISCO
'Como familia tenemos que ser muy sagaces, muy hábiles, muy fuertes para decir no a cualquier intento de colonización ideológica sobre la familiaâ?.
El encuentro se convirtió en una fiesta cuando las luces se apagaron y la cantante Jamie Rivera interpretó el tema compuesto para la visita del Papa. Miles de velas de colores encendidas iluminaron el Mall of Asia Arena de Manila.
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