El mes de diciembre comenzó con una curiosa escena. Líderes de todas las religiones y el Papa Francisco firmaron un acuerdo contra el tráfico de personas.
PAPA FRANCISCO
'Declaramos en nombre de todos y cada uno de nuestros credos, que la esclavitud moderna, en términos de trata de personas, trabajo forzado, prostitución, explotación de órganos, es un crimen de lesa humanidad. Sus víctimas son de toda condición, pero las más veces se hayan entre los más pobres y vulnerables de nuestros hermanos y hermanasâ?.
REV. JUSTIN WELBY
Arzobispo de Canterbury
'En un tiempo en el que las religiones son vistas equivocadamente como causa de conflicto, es un signo de esperanza real que hoy, líderes religiosos globales se comprometan públicamente a combatir las esclavitud modernaâ?.
A partir de ahora, colaborarán contra el trabajo forzado, la prostitución y el tráfico de órganos, redes en las que hay atrapadas más de 36 millones de personas.
La ceremonia más simbólica del mes fue la que celebró el día de la Virgen de Guadalupe junto a embajadores y autoridades de América Latina.
Fue una Misa Criolla, con cantos argentinos que mezclaban música religiosa y folclórica.
Pidió a América Latina que sea protagonista de su futuro e invitó a todos los cristianos a confiarse a Nuestra Señora de Guadalupe y a permanecer fieles al Evangelio.
FRANCISCO
'Que Ella nos vuelva a hablar al corazón y nos haga sentir su voz de madre, de madrecita, de madraza, '¿Por qué tenés miedo? Acaso no estoy yo aquí, que soy tu Madre'.â?
Al acabar la Misa el Papa colocó una rosa de oro a los pies de la Virgen, una flor que ha sido llevada a parroquias que van desde Alaska hasta la Patagonia para reunir las oraciones de miles de personas.
El día en que Francisco celebraba su 78 cumpleaños en la Plaza de San Pedro, un anuncio sorprendió al mundo. Estados Unidos y Cuba retomaban sus relaciones diplomáticas después de 50 años.
Tanto Barack Obama como Raúl Castro agradecieron al Papa su labor fundamental para la reconciliación de estos dos países.
Pocos días antes de Navidad, llegó a la plaza este gran abeto blanco procedente de Calabria, en el Sur de Italia.
Mide 25,5 metros y pesa 8 tonelas.
Tardaron dos semanas en iluminarlo, pero el resultado, mereció pena.
Junto al árbol está el Nacimiento, que este año viene desde Verona y evoca las representaciones de ópera.
Dos signos para recordar la Navidad más importante de la Historia. La que ocurrió en Belén hace 2015 años.
JMB
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