Escuchen... No es un villancico, es ópera. Y es que este año, el pesebre del Vaticano se inspira en los decorados campesinos de la ópera lírica 'El elixir de amor'.
El mejor momento para verlo es la noche, cuando las luces de San Pedro le dan un toque más familiar.
Es un regalo de la ciudad de Verona, una de las capitales mundiales de la ópera lírica. Cuenta con más de 20 figuras de barro de tamaño natural: el pastor que regala una oveja a Jesús, la mujer que regala frutas a la Virgen María, los Reyes Magos con sus tesoros...
Las figuras de la Virgen María y San José son delicadas y tienen facciones de personas muy jóvenes. Ya está todo listo para recibir al Niño, que según la tradición italiana no veremos hasta el día 25.
Sus autores lo han titulado 'El Presepe en la Ópera'. Un juego de palabras en italiano. Aquí, 'ópera' significa 'obra', y explica que el Nacimiento es la 'Obra Maestra' que Dios realizó en el mundo.