Hace un año esta imagen acaparó la atención del mundo del deporte. El San Lorenzo de Almagro, el equipo del Papa, le entregaba a su hincha más famoso la copa del Trofeo Inicial que ganó en 2013. ;
Meses más tarde, en agosto, se repitió la escena. El San Lorenzo volvió al Vaticano pero con otro trofeo entre las manos: la primera Copa Libertadores de su historia. ;
El fin de la sequía de trofeos de este equipo llegó a su fin en cuanto Francisco fue elegido Papa. Ahora disputará otra final, la del Mundial de Clubes, y nada menos que contra el Real Madrid. Todo está en su contra, los favoritos son los españoles, pero quien sabe. Los partidos hay que jugarlos y lo que está claro es que ganarán los que van de blanco: el blanco del Real Madrid o el blanco del Papa Francisco.
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