En su homilía de Casa Santa Marta, el Papa habló de quienes siguen la ley con rigidez pero no tienen a Jesús en su corazón. Dijo que son como los que llamaron hereje a Pío XII cuando suprimió el ayuno eucarístico que no permitía ni el agua. Para explicarlo, Francisco contó una anécdota de su infancia.
FRANCISCO
'Yo mismo cuando era pequeño fui a confesarme porque creía que había bebido una gota de agua antes de comulgar. Es verdad, ¿o no? Es verdad. Cuando Pío XII cambió la disciplina... '¡Ah, herejía! ¡No! ¡Ha tocado la disciplina de la Iglesia!â? Muchos fariseos se escandalizaron. Muchos. Porque Pío XII había hecho como Jesús, había visto la necesidad de la gente. La disciplina de la Iglesia. Y estos fariseos eran así, 'nuestra disciplinaâ?. Rígidos en la piel, pero como Jesús les dijo, 'putrefactos en el corazónâ?, débiles, débiles hasta la putrefacción. Tenebrosos en el corazónâ?.
Dijo que los cristianos no deben caer en la hipocresía del fariseo sino que deben ser misericordiosos y de corazón fuerte, no putrefacto.
RESUMEN DE LA HOMILIA
(Fuente: Radio Vaticana)
'Éste es el drama de la hipocresía de esta gente. Y Jesús no negociaba jamás su corazón de Hijo del Padre, sino que estaba tan abierto a la gente, buscando caminos para ayudar. â??Pero esto no se puede hacer; nuestra disciplina, ¡nuestra doctrina dice que no se puede hacer!â?? les decían ellos. â??¿Por qué tus discípulos comen el trigo en el campo cuando caminan, el día sábado? ¡No se puede hacer!â??. Eran tan rígidos en su disciplina: â??No, la disciplina no se toca, es sagradaâ??â?.
El Papa Francisco recordó cuando 'Pío XII nos liberó de aquella cruz tan pesada que era el ayuno eucarísticoâ?:
'Tal vez alguno de ustedes lo recuerdan. Ni siquiera se podía tomar una gota de agua. ¡Ni siquiera! Y para lavarse los dientes, se tenía que hacer sin tragar agua. Yo mismo de muchacho fue a confesarme de haber hecho la comunión, porque creía que una gota de agua había ido dentro. Es verdad ¿o no? Es verdad. Cuando Pío XII cambió la disciplina â?? â??¡Ah, herejía! ¡No! ¡Ha tocado la disciplina de la Iglesia!â?? â?? tantos fariseos se escandalizaron. Tantos. Porque Pío XII había hecho como Jesús: ha visto la necesidad de la gente. â??Pero pobre gente, ¡con tanto calor!â??. Estos sacerdotes que celebraban tres Misas, la última a la una, después de mediodía, en ayunas. La disciplina de la Iglesia. Y estos fariseos eran así â?? â??nuestra disciplinaâ?? â?? rígidos en la piel, pero como Jesús les dijo, â??putrefactos en el corazónâ??, débiles, débiles hasta la putrefacción. Tenebrosos en el corazónâ?.
'También nuestra vida puede llegar a ser así, también nuestra vida. Y algunas veces, les confieso una cosa, cuando yo he visto a un cristiano, a una cristiana así, con el corazón débil, no firme, firme sobre la roca â?? Jesús â?? y con tanta rigidez afuera, he pedido al Señor: â??Pero Señor, tírales una cáscara de banana delante, para que se haga una linda resbalada, se avergí¼ence de ser pecador y así te encuentre, a ti que eres el Salvador. ¡Eh!, muchas veces un pecado nos hace avergonzar tanto y encontrar al Señor, que nos perdona, como estos enfermos que estaban ahí y que iban a ver al Señor para que los curaraâ?.
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