A día de hoy, más de 36 millones de personas viven esclavizadas en redes de prostitución, tráfico de órganos o trabajo forzado.
En el Vaticano, líderes de prácticamente todas las grandes religiones se han comprometido a unir sus fuerzas para acabar definitivamente con esta situación antes de 6 años.
PAPA FRANCISCO
'Declaramos en nombre de todos y cada uno de nuestros credos, que la esclavitud moderna, en términos de trata de personas, trabajo forzado, prostitución, explotación de órganos, es un crimen de lesa humanidad. Sus víctimas son de toda condición, pero las más veces se hayan entre los más pobres y vulnerables de nuestros hermanos y hermanasâ?.
REV. JUSTIN WELBY
Arzobispo de Canterbury
'En un tiempo en el que las religiones son vistas equivocadamente como causa de conflicto, es un signo de esperanza real que hoy, líderes religiosos globales se comprometen públicamente a combatir las esclavitud modernaâ?.
VENERABLE BHIKKHUNI THICH NU CHAN KHONG
Budista
'Cuando tengamos más claridad en nuestra mente, tendremos compasión no sólo por las víctimas, también por los traficantes. Si vemos que los traficantes han sufrido, les podemos ayudar a alzarse y detener lo que están haciendo. Nuestra compasión puede ayudar a que se conviertan en amigos y aliados de nuestra causaâ?.
RABINO ABRAHAM SKORKA
Judío
'Me sumo a todos ustedes desde mi condición de judío elevando mi clamor con todas mis fuerzas a fin de que todo tipo de esclavización sea condenada en los términos y con las penas más severas.â?
En la mesa estaba sentada la hindú Mata Amritanandamayi, considerada un 'Mahatmaâ?, una santa viva.
Había también un representante del Gran Imán de Al-Azhar, la universidad islámica más importante.
Por su parte, el Patriarca ecuménico Bartolomé, de la Iglesia ortodoxa ha enviado un vídeo-mensaje de apoyo.
Dos víctimas del tráfico de personas han leído el documento antes de que lo firmaran los líderes religiosos.
El alma de esta ceremonia es la Global Freedom Network, que nació tras la propuesta del primado de la Iglesia anglicana al Papa Francisco en marzo de 2014.
Un evento extraordinario por muchos motivos. No todos los días se reúnen los principales líderes religiosos del mundo. Lo han hecho por una buena causa: la protección de cada persona. Porque el tráfico de seres humanos es una herida para todos, un crimen contra la humanidad.
JMB
CTV
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