Francisco mantuvo un encuentro con la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada. Se reunieron en Roma en vísperas del Año de la Vida Consagrada que comienza el domingo.
José Rodríguez Carballo, secretario de la Congregación, explicó al Papa el emblema del encuentro que llevó por título 'Vino nuevo en odres nuevosâ?.
Es una paloma sobre un mosaico que representa la Creación y la variedad de la vida consagrada. El Papa, entre risas, agradeció la explicación.
FRANCISCO
'Agradezco al secretario y a los dos subsecretarios este 'logoâ? que vi ayer en el Osservatore Romano pero que no entendí bien qué era. ¡Ahora lo he entendido!â?
Pero más allá de sus habituales bromas, el Papa les invitó a abandonar 'los odres viejosâ?, es decir, costumbres y estructuras eclesiales que no ayuden a su misión. Les recordó que la vida consagrada se renueva constantemente.
FRANCISCO
'El viento del Espíritu ha continuado soplando con fuerza. Por un lado, impulsando a los Institutos a poner en práctica la renovación espiritual, carismática e institucional que el Concilio pedía. Por otro, suscitando en el corazón de hombres y mujeres nuevas modalidades de respuesta a la invitación de Jesús de dejarlo todo para dedicar la propia vida a seguirlo y a anunciar el Evangelioâ?.
El Papa señaló algunos peligros para la vida consagrada como la resistencia a los cambios o la difícil integración en las comunidades de miembros de diferentes edades o culturas. Además dijo que le preocupa el número de abandonos en conventos y monasterios.
Pero, al mismo tiempo, ofreció varias claves para superarlos. Explicó que la pobreza es fundamental para las personas consagradas porque da la vida y protege de la mundanidad. Dijo que la oración es otra de las claves y les recordó que rezar nunca es una pérdida de tiempo.
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