El Papa se reunió con supervivientes y familiares de las víctimas del naufragio que hace un año costó la vida a 368 personas en las costas de la isla de Lampedusa, en el sur de Italia.
Eran 37 eritreos que viajaron hasta el Vaticano desde Alemania, Suiza, Noruega, Holanda y Dinamarca, países donde pudieron instalarse después de su traumática llegada a Europa.
Uno de los familiares de las víctimas leyó una carta al Papa con varias peticiones.
'Le pedimos si nos puede apoyar para que tengamos oportunidad de conseguir un abogado que siga el casoâ?.
También pidieron al Papa que les ayude a conseguir que en las tumbas de los fallecidos consten sus nombres, porque ahora sólo están identificados con número en un cementerio de Sicilia.
Francisco escuchó conmovido con ayuda de un traductor. El Papa reconoció que le costaba encontrar palabras para hablarles.
FRANCISCO
'Me cuesta hablar porque no sé qué decirles. Siento cosas que no se pueden decir porque no hay palabras para decirlo. Lo que habéis sufrido se contempla en el silencio, se llora y se busca el modo de estar cercaâ?.
Francisco pidió que se 'abran las puertas que están cerradasâ? para las personas que emigran. También recordó a los supervivientes algo importante.
FRANCISCO
'La vida de las personas que tienen que emigrar es dura. Hay tantos hombres y mujeres en Italia que tienen el corazón abierto para vosotros. No lo dudéis. Estamos con vosotrosâ?.
El Papa les aseguró que rezaba por ellos. Uno a uno saludaron con afecto a Francisco y le regalaron objetos personales, como este refugiado que le regaló una fotografía de las personas que le acogieron cuando llegó a Europa.
AC
CTV
VM
-BN
Up: MPI