El congreso mundial de Scholas en el Vaticano celebró su último día con un invitado tan especial como cercano: el Papa Francisco.
Rodeado por una gran mayoría de argentinos, el Papa se sentía como en casa y hasta broméo sobre el discurso que había preparado.
FRANCISCO
'Estoy como aquel que le dijeron: 'Diga algoâ?. Y dice: 'Bueno, voy a improvisarâ?. Y saca lo que tenía hechoâ?.
Francisco agradeció a los profesores y participantes su trabajo. Dijo que tiene mucho mérito promover la cultura del encuentro en un momento en el que el mundo está tan dividido.
FRANCISCO
'Hoy ya nadie duda de que el mundo está en guerra. Nadie duda, por supuesto, que el mundo está en desencuentro. Hay que poner la cultura del encuentro de alguna manera. Una cultura de la integracion, del encuentro, de los puentes. Y este trabajo lo están haciendo ustedesâ?.
Citando un proverbio africano, explicó que 'hace falta un poblado para educar a un hijoâ?. El Papa subrayó que los niños no deben ser abandonados en medio de un mundo donde, a menudo, prevalecen la violencia y el poder.
FRANCISCO
'Descartan chicos y ancianos, y ahora el nuevo descarte: toda una generación de jóvenes sin trabajo en países desarrollados. Se habla de 75 millones de jóvenes en países desarrollados, de 25 años para abajo sin trabajo. Se descarta una generación entera de jóvenes. Esto nos obliga a salir y a no dejar a los chicos solos. Y esto es nuestro trabajo.â?
Francisco pidió a los miembros de Scholas que trabajen para dar a los más jóvenes un futuro en donde encuentren esperanza.
FRANCISCO
'Les animo para seguir trabajando para crear esta aldea humana, cada vez más humana. Que ofrezcan a los niños un presente de paz y un futuro de esperanzaâ?.
Antes de despedirse, los participantes entregaron al Papa regalos de parte de personas y organizaciones que trabajan por la paz y la educación en todo el mundo.
DISCURSO COMPLETO DEL PAPA A SCHOLAS
4 de septiembre de 2014
Esa cultura del encuentro es el desafío. Hoy ya nadie duda que el mundo está en guerra, nadie duda. Y nadie duda que el mundo está en des-encuentro. Y hay que poner una cultura del encuentro de alguna manera: de la integración, de los puentes... Y ese trabajo lo están haciendo ustedes.
No podemos dejar solos a los chicos, por favor. Ya se ha incorporado a nuestro lenguaje hablar de los chicos de la calle. Como si un chico pueda estar solo. Abandonado de todo lo que sea entorno cultural, familiar... Si, está la familia, la escuela, la cultura, pero el chico está solo porque el pacto educativo está roto y hay que recomponer el pacto educativo.
Una vez en cuarto grado le falté respeto a la maestra y la maestra mandó a llamar a mi mamá. Me llamaron y mi mamá muy tranquila me dijo, ¿vos hiciste esto, le dijiste esto? ¡Sí! Pedirle perdón, delante de todos. Yo quedé feliz, me salió fácil,. El segundo acto fue cuando llegué a casa.
Hoy en día al menos en tantas escuelas de mi patria una maestra pone una observación en el cuaderno del chico y al día siguiente tiene al padre o a la madre denunciando a la maestra. Está roto el pacto educativo. No es todos juntos por el chico. Y así hablemos de la sociedad también. Recomponer el pacto educativo, recomponer esta aldea para educar al chico.
No los podemos dejar solos, en la calle, desprotegidos, a merced de un mundo en el que prevalece el culto al dinero, a la violencia y al descarte. Me repito mucho en esto pero evidentemente que se ha instalado la cultura del descarte. Lo que no sirve, se tira. Se descartan los chicos porque no se los educa o no se los quiere.
Los niveles de natalidad de algunas naciones desarrolladas son alarmantes. Se descartan los ancianos, recuérdense lo que dije de chicos y ancianos... porque se ha instalado este sistema de eutanasia encubierta: las obras sociales te cubren hasta aquí, después muérete. Y ahora el nuevo descarte, toda una generación de jóvenes sin trabajo en países desarrollados.
Se habla de 75 millones de jóvenes en países desarrollados de 25 años para abajo, sin trabajo. Se descarta una generación de jóvenes. Esto nos obliga a salir y no dejar a los chicos solos, por lo menos. Ese es nuestro trabajo. Y los ancianos son ciertamente las personas más expuestas en esta cultura en la que predomina este descarte, pero a los jóvenes les tocó su turno también para mantener un sistema de finanzas equilibrado en el que en el centro no está la persona humana sino el dinero.
En este sentido es muy importante fortalecer los vínculos. Fortalecer vínculos: sociales, perosnales, familiares. Todos, pero especialmente los niños y los jóvenes necesitan un entorno adecuado, di un hábitat verdaderamente humano en el que se den las condiciones para su desarrollo personal armónico, y para su integración en el hábitat más grande de la sociedad.
Qué importante resulta crear una red extensa y fuerte de lazos verdaderamente humanos que sostenga a los niños, que los abra confiada y serenamente a la realidad, que sea un auténtico lugar de encuentro en la que lo verdadero, lo bueno y lo bello, se den en su justa armonía.
Si el chico no tiene esto, solamente le queda el camino de la delincuencia y de las adicciones.
Los animo a continuar trabajando para crear esta aldea cada vez más humana que ofrezca a los niños un presente de paz y un futuro de esperanza.
En ustedes veo el rostro de tantos chicos y jóvenes que llevo en el corazón porque son material de descarte y por los que vale la pena trabajar sin descanso.
Gracias por lo que hacen por esta iniciativa, donde también los vínculos entre ustedes deben prevalecer para no dar lugar a internas. Si quieren crear lazos de unidad, que cada uno resigne las ganas de mandar y haga crecer las ganas de servir.
JAE/PM
MG
FA
-PR
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