Despues de casi doce horas de vuelo, Francisco se dirigió, directamente desde el aeropuerto, a la basílica de Santa María la Mayor.
Quiso rezar unos minutos ante la patrona de Roma, la Salus Populi Romani, a la que llevó un ramo de flores muy especial. Son las rosas que le regaló una niña en Seúl antes de regresar a Roma. ;
El Papa colocó el ramo bajo el icono de la Virgen. Despues rezó delante de ella, como ya acostumbra a hacer cada vez que vuelve de un viaje.
A su salida de la capilla, los peregrinos que visitaban la basílica le aplaudieron.
AC
CTV
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