Hubo un día en que en la plaza de San Pedro sólo se hablaba alemán. Hasta el mismo Papa Francisco dejó de lado por un momento el italiano y el español.
Con 50.000 monaguillos alemanes en la plaza, es normal que ocurra. Toda Alemania estaba representada en el encuentro. Este grupo, por ejemplo, venía del sudoeste del país, cerca de Stuttgart y Friburgo.
'Es una gran experiencia, porque somos unos 50.000 jóvenes que estamos aquí, en el mismo sitio al mismo tiempo, y que queremos ver al Papaâ?.
Todos están viviendo esta peregrinación de cuatro días como una pequeña fiesta junto al Papa. No falta música ni animación.
Este otro grupo es de Baviera, y sus vestidos eran unos de los más llamativos de la plaza.
'Es un vestido tradicional bávaro. Los solemos llevar a menudo en vacacionesâ?.
Aunque todo estos grupos no se conocían entre ellos, llegaron a Roma movidos por la misma idea: están orgullosos de ser monaguillos.
'Creo que te ayuda a acercarte a Dios y está bien ayudar a la genteâ?.
'Estar en la Iglesia y ayudar a los demás, y ayudar a nuestros sacerdotes a que lleven a cabo su misión: esa en nuestra labor, y es lo que nos hace felices.
El encuentro con el Papa Francisco dio el pistoletazo de salida a la peregrinación de sus vidas en la Ciudad Eterna.
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