Cada 31 de julio la Iglesia católica recuerda a San Ignacio de Loyola, porque es el aniversario de su fallecimiento. Como Papa, Benedicto XVI destacó su profunda espiritualidad y lo describió como un hombre que siempre puso a Dios en primer lugar.
BENEDICTO XVI
22 de abril de 2006
'San Ignacio de Loyola fue, ante todo, un hombre de Dios, que en su vida puso en primer lugar a Dios, su mayor gloria y su mayor servicio; fue un hombre de profunda oración, que tenía su centro y su cumbre en la celebración eucarística diaria. De este modo, legó a sus seguidores una herencia espiritual valiosa, que no debe perderse u olvidarse. Precisamente por ser un hombre de Dios, san Ignacio fue un fiel servidor de la Iglesia, en la que vio y veneró a la esposa del Señor y la madre de los cristianos. Y del deseo de servir a la Iglesia de la manera más útil y eficaz nació el voto de especial obediencia al Papa, que el mismo definió como 'nuestro principio y principal fundamento''. ;
La Compañia de Jesús fue fundada en 1540 por San Ignacio y actualmente cuenta con unos 17 mil miembros.