Hace justo un año el Papa Francisco llegó a Brasil para presidir la Jornada Mundial de la Juventud. Le esperaban más de tres millones de peregrinos de 175 países.
Francisco estuvo seis días en Río de Janeiro y allí mostró todas sus facetas. Llegó con su maleta en la mano, se emocionó en el santuario de Aparecida y confesó a un grupo de argentinos sus planes para la Iglesia.
PAPA FRANCISCO
25 de julio 2013
'Espero lío. Que acá dentro va a haber lío, va a haber. Que aquí, en Río, va a haber lío, va a haber. Pero quiero lío en las diócesis, quiero que se salga fuera. Quiero que la Iglesia salga a la calle'.
El Papa dio ejemplo visitando una favela. Allí denunció una vez más la cultura del descarte.
El evento más sugestivo fue la vigilia en Copacabana. En un país apasionado por el fútbol, Francisco dijo a los jóvenes que seguir a Jesús tiene una recompensa mejor que la copa del mundo y les invitó a ser protagonistas de sus propias vidas.
PAPA FRANCISCO
27 de julio 2013
'Les pido que sean constructores del futuro, que se metan en el trabajo por un mundo mejor. Queridos jóvenes, por favor, ¡no balconeen la vida! ¡Métanse en ella! Jesús no se quedó en el balcón, se metió. ¡No balconeen la vida, métanse en ella como hizo Jesús!'
El próximo encuentro del Papa con los jóvenes será en agosto. Viajará a Corea para la Jornada Asiática de la Juventud. Su próxima cita con los jóvenes de todo el mundo tendrá que esperar hasta 2016.
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