Mientras la Santa Sede se prepara para anunciar el miercoles la nueva estructura del IOR, el banco vaticano ha hecho público su balance del 2013. Según el informe registró ganancias de 2 millones 865,000 euros, una cifra muy por debajo de los 86 millones de euros registrados en 2012.
Los ingresos rondaron los 70 millones de euros, pero los gastos en las operaciones de reforma y los enormes costes en amortizar otras inversiones anteriores disminuyeron las ganancias.
Es revelador que, en 2013, el IOR destinó 8,3 millones de euros en los 'servicios profesionales', necesarios para su 'reorganización y reforma'. Esto incluyó las auditorías de Deloitte y Promontory Group.
Las cuentas tambien muestran que el IOR destinó 54 millones de euros a la Santa Sede, cuyos gastos son principalmente la Curia y nunciaturas.
El banco subraya que ha completado su primera fase de reforma. El 30 de junio de 2014, el Banco contaba con 15.495 clientes, y logró 6 mil millones de euros en activos. Hasta hoy ha cerrado unas 3.000 cuentas, 2.600 de las cuales llevaban mucho tiempo sin usarse. Las 396 cuentas restantes no cumplían con los requisitos, porque el IOR sólo está disponible para organizaciones católicas, sacerdotes, empleados del Vaticano, y diplomáticos acreditados ante la Santa Sede. Además, el IOR declaró que está cerrando otras 359 cuentas.
El miercoles el nuevo secretario de Economía del Vaticano, el cardenal Georges Pell, anunciará la Fase 2 de reforma del Banco. Incluye cambios en la dirección y caras nuevas, como un nuevo presidente.
RCA/JRB
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