En el siglo XIX los católicos en Estados Unidos eran en su mayoría inmigrantes y vivían casi marginados. En Connecticut, por ejemplo, no tenían derecho a comprar un terreno y era muy difícil que contrataran un seguro.
El sacerdote Michael McGivney fundó en 1882 los Caballeros de Colón, una red de apoyo que sacara adelante a familias católicas que apenas tenían recursos en un entorno muchas veces hostil.
CARL ANDERSON
Caballero Supremo, Caballeros de Colón
'Empezó los Caballeros de Colón con los hombres de su parroquia. Se reunían, apoyaban la iglesia y a sus familias, también les daban seguridad financiera... Y en cierta manera, defendían a la Iglesia en una cultura que no siempre era aceptable para los católicosâ?.
Ahora los Caballeros de Colón tienen 1.800.000 miembros en América del Norte y América Central, las Islas Filipinas, el Caribe y Europa del Este. Sólo el año pasado donaron 125 millones de euros a obras de caridad.
Aunque sea una figura decisiva en el catolicismo americano, el mensaje de caridad y unidad de McGivney también alcanza a sacerdotes y laicos de todo el mundo.
CARL ANDERSON,
Caballero Supremo, Caballeros de Colón
'Es un modelo para el párroco en su forma de relacionarse con las familias y de animar a los laicos a participar en la vida de la Iglesia y de la parroquiaâ?.
KEVIN COYNE
Columbia University (Nueva York)
'Era una párroco que no se quedaba en la Misa de los domingos: era muy, muy activo en la vida de su congregación. Organizaba actividades de todo tipoâ?.
Su proceso de canonización comenzó con Juan Pablo II y Benedicto XVI le declaró Venerable en 2008.
Con la publicación de su biografía en italiano, los Caballeros de Colón esperan difundir más el mensaje de este 'párroco de la genteâ?.
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