Charlie Chaplin enamoró al mundo con un bastón, un bigote inconfundible y un repertorio de gestos e historias muy humanos. No le hicieron falta ni palabras ni color para convertirse en un mito del cine del siglo XX.
Ahora el Vaticano celebra el 125 aniversario de su nacimiento con una colección de sellos dedicada a Charlot, su personaje más famoso.
MAURO OLIVIERI
Director, Oficina Filatélica y Numismática del Vaticano
'Nos ha parecido oportuno y justo reconocer la importancia de este artista, de recordalo como un genio que expresó su propio arte con un medio nuevo. Ahora el cine es otra cosa, ha avanzado mucho, pero él es uno de los primeros y más grandes cineastas y actoresâ?.
Sus películas están llenas de momentos únicos. Desde 'Tiempos Modernosâ? hasta el 'Gran Dictadorâ?, todas forman parte de la historia del cine.
De todos ellas, la imagen elegida para el sello es una de las escenas más tiernas de toda su carrera.
MAURO OLIVIERI
Director, Oficina Filatélica y Numismática del Vaticano
'Es un momento de su película 'Luces de la Ciudadâ?. Justo cuando la protagonista le ve y reconoce que él ha sido la persona que tanto le ha ayudado y que tanta humanidad ha tenido en su relaciónâ?.
Para Olivieri, la grandeza de Chaplin y de su obra va más allá de sus creencias religiosas particulares.
Gracias a los sellos que lanza la oficina filátelica que dirige, el vagabundo Charlot llega también al Vaticano.
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