Sudán del Sur es el país más joven del mundo. En 2011 obtuvo la independencia y parecía que la paz y la prosperidad iban a llegar por fin a la región. Pero, ahora sufren prácticamente una guerra civil. Monseñor Charles Daniel Balvo es nuncio en Sudán del Sur. Explica que el conflicto tiene además tintes étnicos.
MONS. CHARLES DANIEL BALVO
Nuncio Sudán del Sur
'Al principio luchaban contra un enemigo común que era el gobierno de Jartum; después decidieron cooperar, más o menos. En 2010 fue el referendum, ganó por mayoría la independencia y el país se hizo independiente en julio de 2011. Ya no tenían un enemigo común y comenzaron a luchar entre ellos. Es un conflicto por el poder político con connotaciones tribalesâ?.
En un bando se encuentra el presidente Salva Kiir, de la etnia dinka, y en el otro, el ex vicepresidente Riek Machar, de la nuer. La lucha de los dos políticos por hacerse con el país se ha extendido como una mancha de aceite en toda la sociedad.
MONS. CHARLES DANIEL BALVO
Nuncio Sudán del Sur
'No es suficiente reconciliar a dos hombres, hay que reconciliar a toda la sociedad. No han conocido la paz desde 1955, cuando Sudán se hizo independiente. Tiene que haber un trabajo completo para superar las tensionesâ?.
El conflicto ha dejado miles de víctimas. Además, ACNUR contabiliza unos 230.000 refugiados y desplazados internos. Según monseñor Balvo, la situación puede empeorar dramáticamente si no se permite a la población regresar a sus hogares y ocuparse de sus tierras.
MONS. CHARLES DANIEL BALVO
Nuncio Sudán del Sur
'Parte de la urgencia en acabar con los enfrentamientos en Sudán del Sur es que ahora es la estación de lluvias. Es el momento en el que los granjeros plantan sus cultivos y si no lo hacen, en 6 meses no solo habrá violencia sino también hambrunaâ?.
La Iglesia no sólo trabaja en la zona para socorrer materialmente a la población, víctima del fuego cruzado. También actúa como agente de paz junto con las Iglesias anglicana y presbiteriana.
El Papa Francisco ha apelado a la paz en la zona en varias ocasiones, a través de tuits, como este del 15 de febrero o recientemente en un mensaje enviado a la diócesis de Juba en el que recuerda que el 'ansia de poderâ? no puede estar por encima de la paz.
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