Al final de la Misa en la Plaza del Pesebre, en Belén, el patriarca de Jerusalén y máxima autoridad católica de Oriente Medio, el arzobispo Fouad Twal, agradeció al Papa la visita con unas conmovedoras palabras.
MONS. FOUAD TWAL
Patriarca de Jerusalén
'Deseamos que esta visita pueda revivir en el corazón de los hombres el mensaje de Navidad: La paz. La calidez de la gruta de Belén. Son muchos los niños que los grandes de este mundo han obligado a vivir errantes y que son abandonados a menudo'
Francisco le respondió con una inesperada propuesta a los presidentes de Israel y Palestina.
FRANCISCO
'En este lugar, donde ha nacido el Príncipe de la Paz, deseo dirigir una invitación a usted, Señor Presidente Mahmoud Abbas, y al Señor Presidente Shimon Peres, a que elevemos juntos una intensa oración pidiendo a Dios el don de la paz. Ofrezco mi casa en el Vaticano para acoger este encuentro de oración'.
El Papa reiteró de nuevo, como lo había hecho horas antes ante el presidente de Palestina, que ambos Estados deben recomenzar el camino hacia la paz. Una senda difícil pero que deben recorrer como representantes del interés de sus pueblos.
FRANCISCO
'Y todos, especialmente los que están al servicio de sus pueblos, tenemos el deber de ser instrumentos y constructores de la paz, en primer lugar con la oración. Construir la paz es difícil, pero vivir sin ella es un tormento'.
El Papa acababa de rezar el Regina Coeli con los peregrinos, una oración dedicada a la Virgen María. A ella dirigió una petición por los más débiles y marginados de la sociedad.