Desde 1993 en el cuarto domingo de Pascua el Papa ordena sacerdotes a un grupo de diáconos en la Basílica de San Pedro.
Francisco les describió cómo debe ser un sacerdote, centrándose en un elemento muy particular.
FRANCISCO
'Por el amor de Jesucristo: ¡No os canséis jamás de ser misericordiosos! ¡Por favor! ¡Tened esa capacidad de perdonar que tuvo el Señor, que no vino a condenar sino a perdonar! Sed misericordiosos. ¡Y mucho!â?.
Les dijo que, si en algún momento se sienten demasiado indulgentes, que recuerden el ejemplo de Jesús. Un buen pastor, añadió, debe ser misericordioso y las puertas de la misericordia están en 'las llagas del Señorâ?.
PAPA FRANCISCO
'A mí me duele mucho cuando encuentro a gente que no va más a confesarse porque le han regañado. Han sentido que las puertas de la Iglesia se les han cerrado en la cara. Por favor, no hagáis esto. ¡Misericordia, misericordia!â?.
Después de la homilía, cada uno de los 13 nuevos sacerdotes, uno por uno, se acercó al altar y se arrodilló ante el Papa.
'¿Me prometes a mí y a mis sucesores filial respeto y obediencia?â?.
'Sí, lo prometo.â?.
Después, el rito de la ordenación continuó con oraciones por los nuevos sacerdotes. Luego se quitaron la dalmática y se pusieron la estola.
Después, el Papa les impuso aceite consagrado y les entregó un Evangelio. La ordenación terminó cuando Francisco le dio a cada nuevo sacerdote el beso de la paz.
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